Inspirado en ... Ólafur Arnalds - Ljósið

Una gota oscura avanza lentamente al ritmo que le marca la vida. Nada ilumina a su paso, solo sigue el ritmo que le marca la vida... A veces se atreve a dar un salto pero vuelve al bucle que lo enreda en el avance lineal y lento, que no es avance...Luego, se atreve a saltar más, en solitario... y parece que su salto reverbera el entorno que salpica espuma y alguna serpentina perdida de vida..Eso debe producir algún dolor, el atreverse..y ese dolor que lo desciende, hace que le permita tomar impulso en las profundidades, y solo eso puede hacer que resurja a la superficie, como gota atrevida, tal cual, desnuda. Y ahí, desde ese punto de renacimiento, su soledad se transforma en compañia de colores que acompañan su camino... Cuanto más salta y abandona su ritmo seguro, su trazo lineal, cuanto más se desnuda para sentir en su piel.. , más su vida traza caminos intrazables, indefinibles.. impredecibles...llenos de colores. Parece que se abandone a surfear en las olas de lo que el mar le traiga..la incertidumbre de la vida.
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I a mitad de camino,parece que esa vida le quite algo, siempre hay algo que se va, que parece que te quite la vida. Y el corazón parece dejar de latir, dejar de sentir...En la mitad de la vida...Y vuelta a empezar. Pero esa gota oscura vuelve a atreverse a saltar.. y el sabor que le dejó el poder, hace que vuelva al impulso y que surja de nuevo el sentir, el atrevimiento de lo irreverente que parece ser dejar atrás el camino marcado, y con ese sentir y esa desnudez, otra alma, otras almas, surgen para combinar la paleta de colores que pintan su vida. La gota oscura parece haber encontrado en el no camino, su camino...recordando siempre... su esencia..

-Ester Dominguez-